unicred

Inflación en barrios populares: los alimentos casi duplicaron precio en los últimos doce meses

El dato se desprende de un relevamiento, en el conurbano, del Instituto de Investigación Social, Económica y Política sobre 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos.

10 de Octubre de 2022, CABA (Ansol). –Un relevamiento en 900 comercios de barrios populares del conurbano arrojó que la inflación en alimentos fue de 5,40 por ciento en septiembre y que en los últimos doce meses acumula una suba del 91,55 por ciento. Esto significa que hace un año una familia de dos adultos con dos hijos necesitaba $28.803 solo para la comida, pero ahora requiere más de $55.172.

Los datos corresponden al último informe de alimentos e indigencia del Instituto de Investigación Social, Económica y Política (ISEPCi). Se trata de un relevamiento mensual de precios de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) en los barrios populares del conurbano bonaerense, lo que permite tener una mirada más cercana de la situación en los asentamientos o villas.

Inflación en barrios populares: cebolla, harina y pollo entre los que más aumentaron de precio

Según el informe, los alimentos que más aumentaron en los últimos doce meses fueron los del rubro verduras y frutas con subas promedio del 124 por ciento, con la cebolla (483%), la batata (137%), los huevos (135%) y la zanahoria (128%) como los productos que más se encarecieron.

Por su parte, los productos de almacén crecieron un 93,92 por ciento en el último año, con las galletitas (136%), mayonesa (130%), harina de trigo (129%), mermelada (118%) y el pan (114%) como los alimentos que más subieron sus precios.

Y por último, las carnes aumentaron un 73,86 por ciento para los vecinos en los últimos doce meses. En este rubro, el pollo (100%), el hígado (81%), el espinazo (78%), el asado (77%) y la picada (76%) fueron los productos que más aumentaron de precio. Como se observa, son los cortes que más se consumen en los barrios populares.

Ansol consultó a Isaac Rudnik, director Nacional de ISEPCi, sobre la explicación de estas cifras, que coinciden con el tiempo de gestión de Juan Zabaleta al frente del Ministerio de Desarrollo Social, cargo al que llegó en agosto del año pasado y al que acaba de renunciar.

«Obviamente los factores de la guerra entre Rusia y Ucrania, como también la pandemia, nos afectan, pero esos procesos son acelerados por cuestiones estructurales de nuestra economía general y en particular por la distribución del ingreso y el poder económico y político», expresó Rudnik.

En ese sentido, el director de ISEPCi opinó que «nos encontramos con un Estado muy debilitado para disputar con los grupos concentrados, y el resultado que tenemos es que no se pueden establecer regulaciones que protejan al consumidor interno (frente al impacto de la Guerra y los precios internacionales)».

A lo que sumó que el Estado «no pudo ni siquiera hacerse de los recursos, los dólares, que deberían ingresar por las exportaciones y recién pudo lograr que ingresen las divisas cuando pusieron un dólar especial, el dólar soja».

Para Rudnik, «uno de los factores importantes tiene que ver con los niveles de concentración en manos de pocas empresas del nivel de producción, comercialización y exportaciones de alimentos. Y si te cae una guerra, obviamente suben los precios internacionales, sumados al aumento de la energía. Todo eso repercute, porque somos exportadores y al mismo tiempo consumidores de esos productos. Pero los proveedores, que son pocos, equiparan precios internacionales a los internos de forma injustificada».

De hecho, uno de los datos con los que concluye el informe de ISEPCi tiene que ver con que «en los últimos tres semestres, que fueron de continuo crecimiento del PBI, el porcentaje de argentinos indigentes no desciende del 8%. Es más, en esta primera parte del 2022 volvió a crecer significativamente».