16 de agosto de 2023, CABA (Ansol).- Estudiantes del Centro socio-educativo y laboral Lelikelen, ubicado en la Ciudad de Córdoba, realizaron prácticas profesionales en la cooperativa El Progreso para afianzar los conocimientos adquiridos en los talleres de oficio que se dictan en el establecimiento. Casi 200 jóvenes de entre 16 y 22 años se inscribieron a estos espacios en esta nueva edición, lo que representó un crecimiento importante en relación a 2022.

Lelikelen significa abrir los ojos en idioma mapuche. Se trata de un espacio destinado a adolescentes y jóvenes para la promoción educativa, laboral y artística de la Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia, parte del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del gobierno de la provincia de Córdoba.

Con acento en el acompañamiento, Lelikelen impulsa a través de sus actividades el ejercicio y restitución de derechos de adolescentes y jóvenes cordobeses.

El Centro Educativo integra educación formal de nivel primario y secundario en articulación con el  Ministerio de Educación de la provincia. También brinda formación laboral en conjunto con la Secretaría de Equidad y Promoción del Empleo, así como expresión y formación artística, posibilitando una amplia oferta de capacitación.

Lelikelen habilitó en 2023 diez nuevos cursos de oficios destinados a a estética de manos y pies, peluquería, cocina, panadería, pastelería, armado y reparación de bicicletas y alfabetización informática, entre otros.

Talleres para estudiantes en la Cooperativa El Progreso

Alumnos de los cursos de cocina y peluquería hicieron su primera experiencia de 2023 en las instalaciones de la Cooperativa El Progreso. Allí instalaron un espacio de trabajo abierto a todos los vecinos, que pudieron acceder de manera gratuita a los servicios propuestos por las y los jóvenes de Lelikelen. 

Estas prácticas representan todo un desafío para los chicos y chicas que cursan los talleres, ya que les permite demostrar todo lo aprendido.

En cuanto a peluquería, se realizaron peinados, cortes y tinturas a un público unisex y de todas las edades. Los trabajos estuvieron supervisados por los docentes. Por su parte, los integrantes del taller de cocina convidaron a los asistentes una serie de productos artesanales realizados por ellos, como pizzetas y empanadas.