La multitudinaria "marcha por la patria" encabezada por el presidente de Bolivia, Luis Arce, y el exmandatario Evo Morales, finalizó su recorrido este lunes al llegar a La Paz luego de realizar más de 188 kilómetros durante siete días. En su paso por la ciudad de El Alto, Arce le recordó a la derecha que "con el pueblo no se juega" y que tiene "un voto que respetar". Y ante una masiva concentración en la plaza San Francisco de La Paz, que significó el cierre de la jornada, Morales advirtió que los sectores sociales defenderán al gobierno ante cualquier intento de nuevo golpe de Estado. El expresidente también exigió justicia por lo ocurrido durante y después de la crisis de 2019 "para que nunca más vuelvan otros golpistas".

Tal como lo anticipó el propio Morales una semana atrás, la marcha en respuesta a los paros orquestados por los sectores cívicos de Santa Cruz y Potosí "reventó" La Paz. En medio de un ambiente festivo, con música y arengas, miles de personas atravesaron la ciudad, sede del gobierno y la Asamblea Legislativa, y coparon la emblemática plaza San Francisco. El centro de La Paz amaneció con banderas blancas colgadas en los postes de luz ante los llamados del alcalde opositor de la ciudad, Iván Arias, quien instó a los paceños y a los movilizados a evitar confrontaciones y no causar daños a instalaciones y calles.

Arce: "Con el pueblo no se juega"

En su discurso desde la capital de Bolivia, Arce remarcó que "el pueblo quiere tranquilidad y paz, quiere que se respete la democracia y el voto emitido en las urnas y ésta es una llamada de atención a la derecha de que con el pueblo no se juega, hay un voto que tiene que respetar". El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia afirmó que la marcha fue una movilización "genuina" del pueblo para defender los resultados de las elecciones generales que el año pasado le dieron el triunfo al MAS con el 55,11 por ciento de los votos.

En el tramo más potente de su discurso, el mandatario aseguró que "la derecha tiembla" y que no perdona que "el pueblo le arrebatara en 2005 el poder". "Cuando avanzamos en resolver los problemas del pueblo boliviano la derecha se preocupa, la derecha utiliza a sus lacayos, la derecha se inquieta, porque sabe, hermanas y hermanos, que si nosotros seguimos en el gobierno, si seguimos avanzando en estas soluciones del pueblo, ellos no tienen cabida en el país", sentenció.

Arce no pudo evitar las lágrimas al subir a la tarima y ver a los miles de bolivianos que llegaron para expresar su respaldo. "Desde que entramos con nuestro proceso de cambio, el bolsillo de los bolivianos creció, los hogares mejoraron su calidad de vida", dijo Arce, quien fue ministro de Economía de Morales. "La derecha se inquieta porque saben que no tienen cabida en el país desde 2006 (cuando Morales llegó a la presidencia por primera vez) estamos construyendo un nuevo país que refleja los intereses de los bolivianos", señaló el presidente.

Morales: "Que no nos provoquen"

Durante el acto de cierre de la marcha, Luis Arce estuvo acompañado por su vicepresidente, David Choquehuanca, y por el exmandatario Evo Morales. Choquehuanca remarcó que "el pueblo es sabio" y por eso ahora nuevamente se encuentra movilizado "de manera pacífica y con mucho respeto para defender la soberanía y su identidad". 

En tanto Morales, quien encabezó la protesta desde su inicio, dijo que la marcha buscó defender la democracia y el pedido de justicia para las víctimas de las masacres de Senkata y Sacaba en noviembre de 2019, cuando movimientos afines al MAS enfrentaron al gobierno transitorio instalado a la cabeza de Jeanine Áñez, y fueron salvajemente reprimidos por la policía y el ejército, dejando como saldo una treintena de muertos.

"No habrá golpe. Solo quiero decir que si a mí me hicieron el golpe, a Lucho (Luis Arce) no se lo van a hacer", aseguró Morales a los medios a su llegada a la ciudad de El Alto, desde la cual los manifestantes descendieron hasta La Paz para poner el cierre a la caminata con un acto masivo. El expresidente afirmó que "la participación de los pueblos es impresionante, es una vocación democrática" y agregó: "Esta marcha es un calentamiento todavía, si siguen molestando, mejor que no nos provoquen, que no provoquen al movimiento indígena originario, a los profesionales patriotas. Vamos a defender nuestra revolución".

"Es importante que la justicia boliviana haga justicia, tantas pruebas, el pueblo pide justicia, tiene que hacerse justicia y esa tarea es responsabilidad de la justicia boliviana, justicia para que nunca más vuelvan otros golpistas, se trata de eso", arengó el expresidente en alusión a lo ocurrido durante la crisis de 2019, que motivó su desplazamiento del gobierno, y el posterior gobierno de facto de Jeanine Áñez. 

En el que tal vez fue el discurso más combativo de la jornada, el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, advirtió que las movilizaciones se trasladarán a Santa Cruz si la derecha "sigue provocando". "Que no nos provoquen porque esta marcha se puede trasladar a Santa Cruz y vamos ir a tomas las fábricas. Vamos a nacionalizar todas las industrias y empresas de Santa Cruz, que no nos provoquen", dijo Huarachi desde la plaza San Francisco.

Por su parte la integrante de la Federación de Juntas Vecinales de la ciudad de El Alto (Fejuve), Eliza Silva, aseguró que las mujeres siempre participarán de este tipo de marchas en defensa de la democracia. "Nosotras siempre estamos en la lucha y no vamos a permitir que vuelvan a hacer un golpe de Estado, que respeten el voto del pueblo, no se van a aprovechar de algunas cosas para dar un golpe al gobierno. Queremos la estabilidad económica de nuestro país, no queremos más muertes. ¡Queremos justicia! Por nuestros muertos, por la gente que ha sido detenida injustamente, en el golpe de Estado, esta es nuestra lucha", expresó.

Pese a las dificultades, la lluvia y las bajas temperaturas, algunas personas con discapacidades también se sumaron a la actividad. Edwin Cutile, sentado en su silla de ruedas, participó en la marcha desde Caracollo hasta la ciudad de La Paz. Explicó que la movilización logró demostrar la fuerza que tiene el MAS y el compromiso del pueblo hacia el gobierno. "El sacrificio es doble, hasta triple para nosotros, pero todo vale la pena por nuestro proceso de cambio. Lo hemos palpado nosotros, nos ha devuelto la dignidad a las personas con discapacidad el gobierno de Evo y ahora el gobierno de Arce", indicó Cutile a la Agencia Boliviana de Información.

La marcha fue convocada por Morales y el MAS en respuesta al paro de nueve días que encabezaron hace dos semanas comités cívicos y sectores del comercio y el transporte en contra de una ley que finalmente fue derogada por decisión presidencial. El oficialismo señaló que con el paro se buscó consolidar un "segundo golpe de Estado" similar al de 2019.